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jueves, 13 de diciembre de 2007

Elogio de los niños

A veces me llama poderosamente la atención el entusiasmo que les provoca a los niños ver una película por segunda vez; la alegría que les da la tercera y el afán con que piden una cuarta.
He observado, no sin asombro, que cuando a un objeto, que en sus buenos tiempos supo servirnos, le llega el pase a disponibilidad, generalmente es interceptado (a veces a escondidas) por pequeñas manitos que dejan en suspenso la condena perpetua de "basura". Y así alargan la existencia de cuanto objeto se nos ocurra, de modo tal, que un cartón en desuso pasa a ser "el cofre de los tesoros"; y unas cuantas chapitas de botellas, el "tesoro" mismo. El más valioso.
Y es que los ojos de los niños son hermosos ventanales mágicos por donde se ve todo nuevo y sin tedio.
En un mundo donde todo es descartable: botellas, cajas, servilletas, pañales, cámaras fotográficas, paños, anteojos, cubiertos, vasos, platos, manteles, pañuelos, bebés, hombres y mujeres...; ellos, los niños nos enseñan a mirar las cosas con ojos de sorpresa...
...En un mundo donde todo es descartable necesitamos ojos de niños para llegar a descubrir la verdadera esencia de las cosas.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Pajarito Nuevo

Cuando hablo en público me tiembla la voz; pido disculpas si el temblor en las manos se traduce en errores de tipeado , porque es mi primera vez con un blog y estoy un poco emocionada (bueno, creo que exagero un poco).
Tenía que escribir algo, como para introducir e introducirme en este hábitat cibernético. Y en estas nochecitas lindas, en que se escuchan los chicos jugando en las calles (aunque cada vez son menos), el olorcito fresco de algunas flores oportunas, el agua alegrando los oídos al abrirse paso por la acequia y, no sé qué otras sensaciones... me hicieron cerrar los ojos y transportarme, a través de las voces de esos niños que escuchaba anoche, a la época en que yo lo era.
No sé si se acuerdan; no sé si comparten conmigo algunos rasgos de esas infancias que conducen por distintos estados de ánimo hasta arribar a la nostalgia.
Me suenan como música: "-¡Paloma, paloma, el que no se escondió se embroma!"; o "-¡Piedra libre para el Dani que está atrás del árbol de doña Nina! "-¡Sangre, sangre!", (porque me había equivocado). "-¡Corrida general para todo el personal, el que no corre mancha será!" Y cuando llegaba alguien a integrarse al juego ya comenzado: "-¡Pajarito nuevo, es!"
...Y bueno, un poco así estoy acá, como un "pajarito nuevo".
Cualquier visita es bienvenida y cualquier comentario "bien agradecido".